CORRESPONDENCIA RECIBIDA…
Augusto Gordillo.
El pasado sábado 28, muchos comitecos y visitantes presenciaron un año más, de una caravana tradicionalmente constituida como parte de los eventos de festejos a la “Feria Comercial y Ganadera de Nuestros Pueblo” o de la “Feria de Santo Domingo”, título que todavía las autoridades municipales con su patronato no se han puesto de acuerdo de cómo llamarla.
La mayor parte de los recorridos de carros alegóricos, en otras partes del país incluso dentro de nuestro estado, se ha desarrollado de diferentes maneras o formas según la idiosincrasia del lugar.
Este magno desfile que contó con una desorganización vial espantosa, donde en las comparsas de los “carros alegóricos” fueron cediendo terreno para que los autos particulares, combis de pasaje, taxis, camiones de carga y de basura fueran parte del paisaje de un hilera de vehículos que hizo del evento cansado, aburrido y por lo tanto tardado. Sin embargo el publico fiel por ver algo nuevo, a pesar del fuerte calor que hubo, no le quedo otra cosa más que ver lo que le presentaron: camiones nuevos y equipos para su servicio de reparto, autos con grandes letreros de su patrocinio, un camión con dos personas sosteniendo al “Santo Patrono”, que lo confundían con San Caralampio, cuando en realidad era Santo Domingo de Guzmán, a pesar del letrero que llevaba en el frente; algunos de ellos aventando dulces, playeras, obsequiando boletos que ocasionaba entre el publico presente tumultos y golpes para ser merecedor de la dadiva; sin embargo no todo fue deslucido; se llevo la ovación de los curiosos las dos bandas de música traídas de Huehutenango, Guatemala, por dos Estaciones Radiofónicas, que tienen gran presencia en esta zona y que las de aquí solo eran cronistas de la marcha.
Debemos de aprender de otros lugares, como el de
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